Cuando una pareja lleva un tiempo juntos, comparten gustos, aficiones, se complementan en su forma de pensar, de ver la vida y sobre todo cuando comienzan a hacer planes de futuro juntos, desean compartir su vida o se ven envejeciendo uno al lado del otro, es quizás el momento de comenzar a pensar en tomar una decisión, la palabra boda comienza a resonar en el aire y acabará por celebrarse. Una vez tomada la decisión, a los novios les esperan meses de intenso trabajo para tener todo preparado y perfectamente organizado para ese día tan señalado, tendrán que ver distintas opciones para poder elegir, escoger menú, mirar presupuestos, lugar de celebración, etc. Normalmente se comienza por consensuar y elaborar la lista de invitados, para hacerse una idea aproximada del número de comensales, entre familiares y amigos, que acabarán reuniendo entre los dos para luego poder elegir y contratar un restaurante en función del aforo que se necesite.