En lo que llevamos de dos mil dieciocho hemos visto como la sociedad parece ser realmente consciente de la importancia de la alimentación y el deporte para llevar una vida sana y equilibrada. Esto es un avance, pero a día de hoy todavía queda mucho camino para recorrer para ayudarnos a nosotros mismos y también al planeta.
Parecerá que estoy loco diciendo que hay que ayudar al planeta, y puede serlo, pero desde un punto de vista objetivo el ser humano está destruyéndolo, y no precisamente poco a poco. Existen una gran cantidad de acciones que llevamos a cabo día a día que contaminan la atmósfera, la flora y la fauna.
Un ejemplo de ello es el problema actual con las abejas, y es que los pesticidas con los que se rocían las frutas y verduras para matar las posibles plagas están matando a las abejas. Y estas son una pieza fundamental en la polinización de las plantas, de manera que si no existen abejas dejarían de haber frutas y verduras que son pieza básica de nuestra alimentación.
De hecho, la Unión Europea ha aprobado una normativa para prohibir los neonicotinoides, porque según calculan los expertos 90% de las especies de plantas con flores y el 75% de los cultivos en el mundo depende de forma crítica de polinizadores como las abejas. Sin ellos, la robusta cadena alimentaria contemporánea se podía convertir en un castillo naipes.
Todo esto tiene una relación directa con los productos ecológicos, que son aquellos productos que están libres de residuos tóxicos procedentes de pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos, conservantes utilizados para combatir enfermedades o potenciar características del producto.
El principal objetivo, además de ayudar al planeta, es que proporciona enormes beneficios en el organismo, ya que de un plumazo eliminas todos los aditivos que generan un mal funcionamiento del organismo a pequeña escala, y también favoreces a la utilización de energías renovables.
Hemos escuchado que los productos ecológicos son principalmente los alimentos, pero también hay otros productos que pueden ser ecológicos, como la ropa, las cremas y los productos cosméticos, las bebidas, los suplementos alimenticios y los productos de limpieza. Estos últimos son uno de los productos de los que casi nunca se hablan, pero hoy vamos a hablar de ellos.
En el artículo de hoy vamos a hablar de cómo identificar un producto ecológico de otro que no lo es, ya que en algunos supermercados nos colocan como productos eco productos de limpieza que no cumplen con las características necesarias. Esto además de ser un fraude no es positivo para las personas que deciden llevar un estilo de vida ecológico.
Las características de los productos de limpieza ecológicos
Los productos ecológicos más habituales son los detergentes, y no son ecológicos porque en su elaboración no se ha tenido en cuenta el uso expreso de energías renovables ni la optimización del proceso para reducir la huella de carbono en la atmósfera. Pero además hay que tener en cuenta los ingredientes usados en su fabricación y que configuran su composición.
Para saber si un producto es ecológico deben de contener, en primer lugar, tensioactivos naturales, como los derivados del aceite de coco, saponaria, y otros productos obtenidos directamente de extractos vegetales, siempre con métodos respetuosos con el medio. No pueden utilizar enzimas. Estos compuestos, que catalizan reacciones químicas, pueden actuar con disruptores endocrinos en los medios acuáticos e incluso en los seres humanos. Es decir que pueden interferir con nuestras hormonas o las de los animales acuáticos.
En segundo lugar, sus blanqueadores también deberán ser sustancias naturales, como el bicarbonato, el limón, etc. También usarán perfumes naturales, generalmente aceites esenciales de plantas aromáticas, que en ocasiones también son bactericidas. En general, los ingredientes que los compongan deben ser altamente biodegradables, así como los envases donde se encuentren.
En cuarto lugar, Deben primar las sustancias de origen vegetal entre sus componentes y en el etiquetado debe incluirse información detallada de dichos ingredientes, así como de su procedencia. Finalmente, deben poder demostrar que han sido fabricados con un reducido coste energético, mediante energías limpias y que han sido diseñados para proteger el medio ambiente.
Estos productos de limpieza ecológicos se pueden comprar en tiendas centradas en productos ecológicos. Aunque hoy en día en Internet encontramos multitud de opciones, una de ellas está en la web de Stocknet, una tienda online de productos de limpieza al mejor precio, gracias a que Stocknet Vallés son investigadores, fabricantes y proveedores.