Hay muchos factores que hacen que una persona sea bella, atractiva y estéticamente perfecta. Muchas personas suelen relacionar esto directamente con tener un cuerpo de 10, esto es, curvas de escándalo y cintura de avispa en el caso de las mujeres y unos músculos firmes y tersos en el caso de los hombres. Pero ser atractiva o atractivo depende de muchas más cosas. Depende, por ejemplo, de la suavidad de la piel, del cuidado del pelo o de la belleza de nuestra sonrisa. Y, si fuera cierto esto último, también depende de nuestros dientes.
Que la sonrisa es fundamental para alcanzar esa belleza ideal de la que hablamos es algo que en todo el mundo se da por sentado. Por ejemplo, el diario Hoy, de la República Dominicana, aseguraba en un artículo que “en la actualidad, la belleza ideal exige una sonrisa blanca y luminosa”. Además, el artículo no se queda ahí, sino que garantiza que “los dientes blancos son considerados sinónimo de limpieza, juventud y salud”. Y lo cierto es que el artículo da en el clavo.
Veamos ahora qué han publicado algunos medios españoles de todo esto. Pongamos el caso del diario El Mundo, que en un artículo llamado “la magia de la sonrisa” hizo referencia a que todas aquellas personas que sonríen con asiduidad desarrollan mejores relaciones, disfrutan de mayor equilibrio emocional, tienen más salud y son consideradas como personas más atractivas. Todo ello también es cierto, pero no hay que olvidar que, en especial en lo que se refiere a la salud y al hecho de ser atractivo o atractiva, que la sonrisa sea blanca es toda una obligación.
Los españoles somos los que más problemas dentales tenemos de todo el sur de Europa, lo cual habla bastante mal acerca de nuestros hábitos. No obstante, cada vez han sido más las personas que se han interesado por la salud de sus dientes. Lo más sorprendente es que, según nos ha desvelado Caredent Albacete, la mayoría lo hacen con el objetivo de que su belleza se vea aumentada gracias a su sonrisa.
El punto positivo de este tipo de actuación es que cada vez más personas se están dando cuenta de lo importante que es la sonrisa dentro de la capacidad de atracción de una persona. Y es que no hay necesidad de ser un sex symbol para ser atractivo, al contrario de lo que mucha gente cree. Basta un poco de afecto y un mínimo de cuidados para conseguirlo. Mucho más fácil de lo que nos venden por ahí, ¿no creéis?
Cuidar de los dientes es y debe seguir siendo una de las principales prioridades a la hora de cuidar nuestra estética. El motivo no es sólo la consecución de esa sonrisa de la que hemos venido hablando hasta ahora. También tenemos la necesidad de cuidar de nuestro aliento. Tener halitosis no es precisamente la mejor manera de garantizar nuestro atractivo. Es uno de los motivos que pueden tirar para atrás a cualquier persona que se haya fijado en nosotros como consecuencia de nuestro físico.
No olvidarse de la salud, una labor importante
Pero cuidar de los dientes es una labor que tiene un valor todavía más importante que el de cuidar de la estética personal. Ese valor es el que se encuentra asociado a la salud, que es sin duda el principal pilar de nuestra existencia. Tener problemas dentales es sinónimo de tener altas posibilidades de desarrollar otras enfermedades en otras zonas del cuerpo. Por ejemplo, puede ocasionar dolor de cabeza, problemas de espalda, dolores musculares a los deportistas y hasta incluso más opciones de padecer un infarto de miocardio. Como para comenzar a preocuparse.
Sea por salud o por estética, lo cierto es que cuidar de la salud dental es una condición imprescindible para que cualquier ser humano sea capaz de conseguir sus objetivos en la vida.
En una sociedad en la que la imagen tiene un valor tan importante, cuidar de la salud dental es y seguirá siendo imprescindible dentro de unos años y nos atreveríamos a decir que también dentro de unas décadas. Los dientes hacen que las personas nos sintamos atractivas, tengamos seguridad y también confianza en nosotras mismas. Y eso es lo mejor que a alguien le puede pasar. Con eso conseguido, no hay nada ni nadie que se pueda interponer en la consecución de sus objetivos.