El miedo a mostrarte a los demás

He escuchado a numerosas personas hablar de: “tengo fobia social y necesito ayuda”; “siento miedo al mostrarme a los demás”. Tener fobia social, o como ahora se dice Trastorno de Ansiedad Social (TAS), por ejemplo, es asumir montones de características y condiciones. No es simplemente ponerse nervioso cuando nos relacionamos con gente o cuando hablamos ante un público. Internet está plagado de información que puede ser correcta o no, pero que normalmente no se ajusta al caso concreto de cada individuo. Por eso, es peligroso que por tener un par de características de determinada condición o trastorno que leemos por ahí, nos atribuyamos un factor tan grande y que puede generar distintos problemas a largo plazo.

Lo mejor es ponerte en manos de profesionales que te asesoren. Porque muchas veces estas situaciones podría catalogarse como nerviosismo o timidez, muchas veces se trata de un típico trastorno por ansiedad social, patología que ya ocupa los consultorios de gran parte de los psicólogos, como estos casos se tratan en Psicólogo Zaragoza, con Marisa Hernández Torrijo, licenciada en psicología en la especialidad de clínica por la UNED, a la cabeza.

Los síntomas que caracterizan los trastornos por ansiedad social son muchos y variados: mareos, taquicardia, visión borrosa, sensación de desmayo o atragantamiento, entre otros. Se trata de sensaciones desagradables que nos empiezan a incapacitar en nuestra vida diaria. A su vez, interpretamos este tipo de situaciones como peligroso para el organismo. Entonces, para evitar sufrir de este modo, decidimos aislarnos. El que sufre de ansiedad social no tiene amigos porque piensa que el otro siempre lo está criticando, evaluando negativamente. Es entonces que sube la ansiedad y aparecen los síntomas.

Cómo trabaja un sicólogo

Cuando una persona sufre un trastorno psicológico, se ven afectadas todas las áreas de su vida, pues nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y a su vez dichas emociones en nuestra conducta. El trabajo del psicólogo consiste en promover cambios a nivel psicológico, de tal forma que se produzcan cambios a nivel cognitivo, influyendo así en las emociones y finalmente se pueda cambiar la conducta, que interfiere de forma negativa en la vida del paciente. Para ello en consulta la terapia que se sigue es de tipo cognitivo-conductual.

Lo primero que debe hacer el psicólogo es realizar una evaluación psicológica, para poder conocer el caso, y poder aplicar el tratamiento más adecuado durante el menor tiempo posible, ya que una terapia demasiado larga es agotadora y desmotivante para el paciente. Sin olvidar, que en algunos casos, puede ser necesario intervenir en algunos aspectos ya desde la primera sesión, a la vez que se realiza dicha evaluación. Una vez que se tienen claros los objetivos a conseguir, tanto por el psicólogo como por el paciente, se comienza con el aprendizaje de herramientas psicológicas y conductuales, de tal forma que le permitan al paciente superar su problema y las consecuencias derivadas del mismo. A lo largo de la terapia se incluyen evaluaciones del funcionamiento de la misma, que permiten al psicólogo observar si los resultados obtenidos son los deseados.

Dos etapas

El tratamiento consta de dos etapas: una primera individual, y una posterior en la que se conforman grupos de trabajo dirigidos por un terapeuta, con los que se realizan distintos ejercicios como visitar shoppings o locales bailables para tratar de conectar a las personas con el afuera, siempre con el apoyo de los demás pacientes.

Finalizada la terapia suelen incluirse sesiones de seguimiento de frecuencia mensual, trimestral o anual, según las necesidades del paciente, que permiten obtener información sobre el caso y comprobar que no se dan recaídas a largo plazo. Su utilidad es comprobar la efectividad del tratamiento y el buen funcionamiento del paciente en su día a día, además de poder reforzar los aprendizajes recibidos en la terapia si fuera necesario.

Muchas veces este miedo a mostrarte a los demás se puede curar con cursos de manejo del estrés y la ansiedad, aunque lo mejor es que seas evaluado por profesionales y ellos te digan. Cada persona tiene su modo de ser y la verdad es que lo importante es que cada uno se acepte a sí mismo. Sin embargo, en relación con el amor, el trabajo o las relaciones sociales, la verdad es que es un peligro la timidez excesiva.

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