Recientemente, después de acudir a una visita rutinaria al dentista, me comunicaron que gracias a las revisiones continuas había sido posible evitar un problema en un diente, que de no haberse detectado habría desembocado en un tratamiento largo y doloroso. Lo que me hace pensar en una cosa, lo fácil que es no hacer caso a los especialistas.
Se me hace raro como en los años cincuenta y sesenta, cuando el núcleo de la población se concentraba en las ciudades, cómo las personas de aquella época solucionaban los problemas de salud con remedios caseros. Mi abuela es una de esas personas, que siempre tiene caldo en el congelador porque es el mejor remedio para todos los males, incluso para el mal de amores.
Pero esto tiene una contraindicación, o mejor dicho, un inconveniente que se hace realmente duro. Y es que muchas personas cuando notan un dolor deciden no ir al médico y esperar a que el dolor se vaya. En muchos casos esto desemboca en un problema que acaba siendo grave por no haberse tratado a tiempo.
Si hablamos de la salud bucodental la cosa se complica aún más, ya que la boca la utilizamos para comer, hablar, besar y comunicarnos en general. Un problema en la boca genera un desequilibrio en la vida que te hace plantearte la pregunta de, por qué no habría ido al dentista antes.
Es bien sabido que cada año hay que hacer una visita al dentista, para comprobar que todo esté correcto, además de la correspondiente limpieza dental que ayuda a que el sarro no se acumule entre las encías. No hacerlo no sólo es un riesgo para nuestro salud, también para nuestro bolsillo, aunque esto sea menos importante.
Si el dinero es lo que te para a ir al dentista, esto no debe preocuparte, pues existen algunas clínicas dentales que no cobran la primera visita, como Cooldent, una clínica dental en Algeciras, o Sinodent en Alicante, que no sólo hace descuentos sino que, además, si en la revisión no te hacen otras pruebas y encuentran todo bien no te cobran absolutamente nada.
La visita anual al dentista hay que cumplirla
En una revisión odontológica se estudia el estado de toda la estructura dental y de toda la cavidad oral (mucosa oral, encías, paladar, dientes y lengua) y se verifica que no exista riesgo de desarrollar ninguna enfermedad bucodental. Se comprueba si hay presencia de cualquier patología o anomalía como, por ejemplo, caries, erosión, coloración, desgaste por una maloclusión o bruxismo, bolsas periodontales, descamaciones en la encía, si la posición de los dientes es la correcta.
El mantenimiento de una buena salud bucodental a lo largo de toda la vida tiene tres pilares: buena higiene bucal diaria, una dieta saludable y la visita regular a tu dentista. Una buena higiene es necesaria para evitar enfermedades, pero sin el apoyo periódico de un odontólogo, no garantiza la ausencia de problemas dentales.
Los primeros estadios de las lesiones dentales pasan desapercibidos para el paciente, pero es en ese momento cuando el odontólogo puede evitar el desarrollo de una patología a través de procedimientos más sencillos y menos agresivos como, por ejemplo, empastes en caso de caries o profilaxis dental e incorporación de sistemas de limpieza interproximal en la higiene diaria en caso de enfermedad de las encías. De no tratarse, puede desembocar en la pérdida de dientes y necesitar endodoncias, extracciones o prótesis. Por tanto, es vital acudir al odontólogo de forma preventiva, aunque no percibamos ningún síntoma.
Muchas de las prótesis, endodoncias y otros tratamientos que se llevan a cabo podrían haberse evitado si se hubiera detectado antes el problema. Acudiendo periódicamente al odontólogo, los pacientes se ahorran las molestias, el dolor y los trastornos que provocan las patologías bucales y el coste y los efectos secundarios de los tratamientos más complejos a los que han de someterse para subsanar enfermedades diagnosticadas en un estado avanzado.
Un dato muy significativo demuestra lo importante que es realizar al menos una revisión anual con el dentista: El 85% de los casos de cáncer oral se diagnostican de forma tardía, según el Consejo General de Colegios de Dentistas de España, con las gravísimas consecuencias que eso puede acarrear. Una detección de ésta y otras enfermedades a tiempo es vital para aumentar las posibilidades de curación.