El vino es el protagonista de muchas mesas españolas en las que no se puede entender que hay una buena reunión sin una buena botella de vino. Y esto es algo que viene de lejos, ya que según la historia el vino es la bebida de los dioses y ha estado presente a lo largo de los siglos en todo tipo de celebraciones y rituales. Hoy en día, aparte de ser un regalo para el paladar, del vino se aprovechan también sus propiedades terapéuticas en productos de cosmética y tratamientos de belleza.
Pero para disfrutar del vino hay que seguir unas pautas, aunque lo cierto es que muchas personas simplemente abren una botella y lo beben sin más, en cualquier tipo de vaso chato o copa. Y esto es algo que desprestigia al vino, pues estamos impidiendo degustar el vino en su totalidad.
A la hora de elaborar el vino existen diferentes elementos que configuran su sabor único. Los tipos de uva utilizados, la tierra donde se cultiva, la madera del barril dónde se cultiva y otros aspectos menores nos permiten diferenciar un vino de otro. Pero para sacar todos estos sabores hay que hacer una especie de ritual.
Para degustar el vino necesitamos abrirlo, y no nos referimos a descorcharlo, sino a abrir todos los aromas que alberga en su interior. Para ello podemos utilizar un decantador, que deberá utilizarse con un mínimo de una hora previo a su consumo para que los sabores se expandan. También necesitaremos una copa de calidad, pues los sabores de los vinos cambian mucho dependiendo de la copa que se utilice. Para los vinos blancos y espumosos necesitaremos también una cubitera de hielo, porque no sólo el champan es el huésped de estos recipientes.
También existe una gran tecnología orientada a la dosificación y conservación del vino. Existen máquinas que permiten servir el vino en dosis iguales, y también tapones que permiten la conservación perfecta del vino. Muchos de estos accesorios, necesarios para disfrutar del vino, se pueden encontrar en Export Cave, así como en grades superficies y tiendas especializadas..
Pero si pensabas que el vino solamente se bebía, sentimos decirte que te equivocas. Tal y como vamos a ver a continuación, existen tratamientos médicos que toman como base de los mismos el vino, ya que tiene diferentes sustancias que favorecen la piel gracias a los antioxidantes naturales del vino.
En qué consiste la vinoterapia
La alta concentración de resveratrol y polifenoles hace que la uva sea un excelente ingrediente para cualquier tratamiento del cuerpo y del rostro ya que posee propiedades antienvejecimiento y antioxidantes. Además, el vino estimula y activa la circulación sanguínea a la vez que fortalece venas, arterias y capilares. Es por ello que tratamientos como la vinoterapia son ideales para atenuar las varices y aliviar tensiones.
El Tratamiento Corporal de Vinoterapia en comienza con una exfoliación por todo el cuerpo con semilla de uva. De este modo se prepara nuestra piel, dejándola libre de impurezas, lo que facilita que todos los beneficios y nutrientes de la uva penetren nuestra piel. Terminada la exfoliación, se retiran los restos de uva con toallas calientes, mediante movimientos delicados y suaves, que acarician nuestra piel.
El segundo paso es una bañera de hidromasaje con extracto de uva que va a relajar nuestro cuerpo y eliminar la rigidez, llegando a un estado de absoluta calma. En los Centros Caroli en los que no cuentan con servicio de hidromasaje, se sustituye por una ducha de sensaciones.
Por último, el tratamiento finaliza con un delicioso masaje con aceite de vino, que aporta a la piel una profunda hidratación y relaja cada centímetro de nuestro cuerpo.
Finalizado el masaje, se realiza una degustación de vino blanco, tinto o rosado, con la que se recobra la energía y se pone punto y final a nuestro tratamiento de belleza donde el vino es el absoluto protagonista.
¿Te interesaría uno de estos tratamientos? ¿O prefieres degustar del vino a la antigua usanza? Es decir, en copa de alta calidad y con todos los accesorios para disfrutar de todos sus aromas y sabores.
