Son muchas las personas que se confían en que no tienen problemas de piel hasta que se dan de bruces con la realidad. Ponerse cremas no es solo algo “coqueto” que hacen aquellas mujeres que quieren verse bonitas frente al espejo, ponerse cremas es algo que entra dentro de la categoría “salud dermatológica” y si hacemos caso omiso, tendremos problemas.
Tanto hombres como mujeres deberían tener una rutina, totalmente mecanizada, para cuidar su piel. No se trata de tenerla tersa y suave porque así nos empeñamos, sino de que una piel que no se cuida acaba escamándose, secándose y dando problemas médicos además de estéticos. Y lo más interesante, es que aunque no sean muchas las personas que cumplen con este cuidado, la realidad es que llevarlo a cabo es bien sencillo.
En seis pasos
- Limpieza e higiene. No importa si eres hombre o mujer, si te maquillas o no lo haces, porque cada noche, antes de dormir, debes limpiar tu piel. Puedes hacerlo a la antigua usanza, con agua y jabón, pero nosotros recomendamos el uso de agua micelar ya que no hablamos de lavarnos la cara sin más, sino de limpiar la piel. El agua micelas es muy económica, y un bote puede durarte un mes tranquilamente.
- Exfoliación o mascarilla. Esto no es necesario hacerlo todos los días pero sí una vez por semana, o cada dos semanas. Nuestra piel va cambiando, y la piel muerta se queda a veces pegada a nosotros provocando que no traspiremos correctamente. Con un exfoliante de rostro, y otro corporal, podemos eliminar esos restos indeseados, así como limpiar profundamente nuestra piel para evitar acné y otras imperfecciones.
- Tónico. El tónico nos ayuda a limpiar los poros y equilibrar nuestro PH.
- La crema es algo que debemos ponernos diariamente, tanto en rostro como en manos y resto del cuerpo. Debemos conocer cuál es nuestro tipo de piel: seca, grasa o mixta, y encontrar una crema que nos aporte lo que necesitamos. Por ejemplo, la piel seca necesitara una crema hidratante, pero la piel grasa la necesitará nutritiva.
- Necesitamos que la circulación sea óptima en todas las partes de nuestro cuerpo, por eso nunca está de más masajear nuestra piernas o brazos, incluso rostro, al tiempo que aplicamos la crema.
- Si un día olvidas la rutina no pienses que no importa, enfádate como si hubieras olvidado lavarte los dientes, y empieza cuanto antes de nuevo.
La limpieza
Es fundamental no irse a dormir con la piel sucia, por eso este paso no es discutible. Las pieles con tendencia grasa deberán usar espumas o geles que se aclaren con agua fácilmente, frotando algo más donde suele acumularse la grasa u menos donde la piel es más seca. Debemos aclarar abundantemente con agua, si es necesario dos veces para que la piel quede limpia. Las pieles secas es mejor que no utilicen agua, por raro que suene. Podemos usar leches limpiadoras o el agua micelar de la que hemos hablado antes. Las pieles mixtas tienen más libertad para elegir productos y geles de limpieza.
La hidratación
Las pieles con tendencia grasa es mejor que usen geles, en lugar de cremas, o serum, pues la crema al uso engrasará más este tipo de pieles aunque también podemos optar por comprar cremas libres de aceite, aunque son más caras. Este tipo de piel suele tener menos arrugas, pero más flacidez, por lo que los geles ácidos son perfectos para ellas. Las pieles secas necesitan más dedicación y cuidados que las grasas, por eso deberíamos usar crema de día y de noche. Ambas específicas para piel seca, enriquecidas con aceites de tipo rosa mosqueta. Las pieles mixtas, de nuevo, tienen más libertad.
Otros consejos:
El sol. No hay excusa, todos debemos protegernos del sol. Se debe usar protección mínima del 15, pero la realidad es que lo mejor es usar protección total. Debemos usar ropa con protección solar, pero traspirable, siempre traspirable.
No fumes. Fumar daña nuestros pulmones, pero también nuestra piel, contribuye a las arrugas y nos envenena poco a poco.
Cuidado con la depilación. Nadie quiere pelos en las piernas, pero no podemos depilarnos a lo loco y dejarnos la piel echa polvo, hay que mimarse, debemos usar cuchillas, cremas depilatorias, cera o maquinas que respeten nuestra piel y dejar las prisas a un lado.
La dieta. Debemos llevar una dieta saludable e hidratarnos correctamente, de lo contrario tanto nosotros como nuestra piel sufriremos las consecuencias.
Y controla el estrés. Los nervios no son buenos para nada, ni el agobio, ni el estrés. Todo causa un efecto negativo en nosotros mismos y en nuestra piel.