Que este año es de los más raros que todos hemos vivido es algo que sabemos al 100%. A todos nos ha afectado la crisis sanitaria, a todos nos ha cambiado la vida de alguna manera, e incluso cuando se vuelva a la normalidad, todos sabemos que esa normalidad será una diferente a la que conocíamos antes de la llegada del coronavirus a nuestras vidas. Nuestra vida en la calle va a cambiar, no podemos seguir haciendo todo lo que hacíamos antes, y eso implica que mucho de nuestro ocio tendrá que seguir en nuestras viviendas.
Hay países a los que no les va a costar lo mismo que a nosotros, y es que en zonas más frías o con otras costumbres como Suecia o Noruega es muy normal que familiares y amigos se reúnan en casas habitualmente y dejen eso de celebrar cosas en la calle para muy de vez en cuando, pero nosotros estamos acostumbrados a salir siempre que tenemos ocasión, a pasear, a hacer deporte, a comer, a cenar, de fiesta, a charlar, a tomar una tapa, a pasar un rato en la heladería del barrio, a lo que sea…
Por eso son muchas las familias que sabiendo lo que toca a partir de ahora han decidido cambiar la inversión de esos ahorros que tenían preparados para las vacaciones. Hay quien no pensaba salir, es lógico, pero también hay quien tenía ahorrados 1.000, 2.000, 3.000 euros para hacer un viajecito este verano, e incluso más en casos de familias con mayor poder económico, y muchas de esas familias han decidido invertir ese dinero en crear espacios para el ocio dentro de la vivienda.
Reformas enfocadas al ocio
Cuando hablamos de reformas ciertas zonas de la vivienda para crear espacios de ocio hablamos de una gran variedad de posibilidades. Pensemos, primero, en quien tiene la posibilidad de crear un espacio exterior.
Son pocas, en términos de porcentajes, las familias que tienen espacio exterior en su vivienda pues hablamos de grandes pisos con terrazas, viviendas unifamiliares o casas de campo, y es que la mayoría de las familias viven en pisos con poco espacio al aire libre, por no decir ninguno. No obstante, hay algunas ideas que podemos tener en cuenta.
Para el verano: por supuesto, quien tenga la posibilidad de instalar una piscina en su vivienda tiene una suerte tremenda, pero es, probablemente, la mejor opción para un verano en el que ir a la playa tendrá sus limitaciones. El coste de la instalación de la misma puede variar dependiendo del tipo de piscina del que hablemos, pues puede ser una piscina de construcción pero también una prefabricada o de “quita y pon”, pero lo que sí es básico es el mantenimiento de la misma para evitar problemas de salud y desperfectos. Los profesionales de Mantenimiento Piscina Madrid, nos cuentan que todo depende del tamaño y del tipo de piscina, pero hay que dejar claro que ese mantenimiento es vital en todos los sentidos.
Otra opción, menos glamurosa pero para muchos niños igual de divertida, son las piscinas hinchables, aunque sean muy pequeñas. La hinchas, la pones en el balcón, la llenas y metes dentro de tu hijo o hija para que juegue un rato con agua fresca en pleno verano. Una opción mucho más viable para algunos y fantástica para los peques menores de 6 años.
Para el invierno: crear un espacio cálido al aire libre es ideal para descansar, leer, relajarnos después del trabajo y pasar noches de diversión en pleno invierno sin tener que encerrarnos entre cuatro pareces. Pero ¿cómo conseguir eso? Pues en Ambifuego nos recomiendan los quemadores de jardín. Son estructuras que simulan hogueras de piedra y que pueden funcionar con gas o aceites, aunque también aseguran que si tenemos posibilidad de crear un espacio techado, ya sea en un porche o levantando una pérgola, se puede instalar una chimenea eléctrica que nos dará calor y seguridad al mismo tiempo.
Otras opciones, por supuesto, son las estufas de pellets, mucho más ecológicas que las citadas anteriormente.
Para espacios en el interior de la vivienda: ¿qué os parecería crear una sala de juegos? Si hablamos de un espacio amplio para adolescentes y adultos podríamos instalar un rincón tecnológico con alguna videoconsola para jugar en familia, un billar si tenemos economía suficiente como para adquirirlo, o un futbolín por ejemplo, pero también podríamos hablar de un espacio más reducido en el que poner una mesa con sillas y una buena estantería repleta de juegos de mesa familiares con los que pasar la noche de los viernes, por ejemplo, muy entretenidos.
¿Y qué me decís de una sala de cine? Se puede hacer con una pared blanca y un proyector que, hoy por hoy, no supera los 100 euros en algunos casos, pero también con una buena televisión de pantalla plana y cómodos sillones.
De lo que se trata es de adaptarnos a la nueva situación aunque, tal vez, no todos estemos concienciados ni preparados ¿no creéis?