Es curioso comprobar cómo nos hemos dejado muchos de nosotros durante el confinamiento, y no hablo de una cosa en concreta, sino de muchas cosas, pero la más importante puede que sea la salud.
Mucho se ha hablado de las peluquerías, de las canas y de los estropicios que han hecho algunos y algunas al intentar cambiar de look ellos solos durante este tiempo encerrados en casa, pero el problema es que eso no ha sido todo. Las canas ya se han teñido, en su mayoría, más que nada porque eso era fácil de solucionar, ya se acudiendo a tu peluquería de confianza en cuanto han abierto las puertas al público o en casa, con un tinte de esos que podemos comprar en cualquier supermercado o droguería, pero los kilos de más, la falta de ejercicio, el descuido de la piel e incluso la falta de higiene bucodental son problemas que vamos a tardar más en solucionar.
Y es que aunque para muchos de nosotros pueda parecer increíble que alguien se haya dejado de esa manera durante estos meses, son muchos los que hoy en día tienen este tipo de problema. Las rutinas se rompieron con el confinamiento, tanto a nivel laboral como en todos los sentidos, y eso ha provocado algún que otro desastre.
Quienes tenían una rutina de limpieza cutánea la han roto. No estoy hablando de todos, lógicamente, pero sí de muchos, y su piel lo ha notado. Impurezas como puntos negros, granitos e incluso alguna mancha ha hecho acto de presencia y ya no hablemos de la imagen de la piel que, en muchos casos, ha perdido luminosidad y tersura.
Habrá quien crea que eso es solo cuestión de estética, pero no es así. La piel, como cualquier otro órgano del cuerpo humano, hay que cuidarlo, y no hacerlo puede traer consigo problemas como eczemas, dermatitis atópica, urticarias y otras enfermedades de la piel.
Del mismo modo, hay quien ha olvidado la importancia que tiene el cuidado dental y ha dejado de cepillarse los dientes tres veces al día, algunos no se cepillas ahora los dientes ni dos veces de hecho, y hay quien ha pasado días sin ver el hilo dental o el colutorio. ¿Acaso no saben lo importante que es la higiene bucodental? La Organización colegial de dentistas de España asegura en su web que además de lavarse los dientes tres veces al día (después de las principales comidas), usar hilo dental y colutorio, y hacerse una revisión anual como mínimo, en época estival hay que prestar especial atención a mantenerse hidratado, consumir alimentos sanos y frescos como las frutas y verduras, no abusar de los refrescos y tener mucho cuidado con el cloro de las piscinas pues este altera el pH de la boca y favorece la desmineralización de los dientes. Por eso, ahora que vamos de cara al verano y teniendo en cuenta la dejadez que ha habido en este confinamiento al respecto, es más importante que nunca tener una buena higiene bucodental. Por un lado, para evitar más daños de los que hayan podido ocasionar nuestros olvidos, y por otro para recuperar nuestro buen estado de salud lo antes posible.
Adiós al sedentarismo
Pero si hay algo que a todos nos ha afectado en demasía ha sido el sedentarismo. Todos hemos visto imágenes de Instagram y Facebook de grandes deportistas y de personas que han luchado contra esa inactividad desde casa, pero la realidad es que somos muchos los que hemos ido de la cama al sofá y del sofá a la cama, o como mucho a la mesa del ordenador si hemos tenido la suerte de poder teletrabajar.
Podríamos decir que nuestra imagen ahora mismo deja mucho que desear. Entre la piel, menos cuidada, la boca que en algunos casos ha ganado manchas amarillentas y sarro, los kilos de más e incluso los pelos porque, yo no sé vosotras, pero en mi caso hace dos meses que no paso por la fotodepilación y ya se nota.
Todo tiene solución, incluso esos kilos demás, y empieza por ponernos en solfa.
¿Cómo empezar la actividad?
Según la Fundación del Corazón, lo mejor es comenzar con prácticas tan sencillas como estas:
- Intenta hacerlo durante 30 minutos al día de forma continua. Aprovecha los parques cercanos a tu casa, hazlo solo u organízate para quedar con un amigo y conversar mientras dais un paseo tranquilo. Además de ejercitarte, seguro que consigues pasar un buen rato en compañía.
- Aparca el coche. Intenta hacer tus desplazamientos caminando. Si te mueves en transporte público, ¿por qué no te bajas un par de paradas antes de tu destino y haces el resto del recorrido caminando?
- Elige siempre las escaleras. Subir unos escalones en tu casa, en la oficina o cuando vayas a un centro comercial es mucho más beneficioso. Deja el ascensor para personas que de verdad lo necesiten.
- Quítale el polvo a la bicicleta. Anímate a usarla para ir al trabajo u otros desplazamientos. Como es un medio de transporte que no contamina, de paso, le estarás haciendo un favor al medio ambiente.
- Si trabajas en una oficina, tómate unos minutos de descanso, sal y camina. Romper con la inactividad te ayudará a desconectar de los problemas y tensiones laborales.
- Únete a grupos que organicen visitas, excursiones, senderismo o cualquier otro tipo de actividades recreativas que impliquen desplazamientos.
- Aprovecha el momento que dedicas a las labores domésticas. Limpiar, pintar o mover los muebles de la casa para darle otro aire al hogar implican un esfuerzo que puede ser muy beneficioso.
- ¿Te gusta ver la tele? ¡Pues sácale partido al tiempo que estás delante del televisor! Si tienes una bicicleta estática o una máquina de step, aprovecha para utilizarlas mientras estás frente a la pantalla.
- Conéctate a Internet y busca un vídeo de ejercicio sencillo. ¿Por qué no pruebas con uno de yoga para empezar?
- ¡Mueve el esqueleto! Pon un poco de música en casa y déjate llevar. ¿Puede haber un ejercicio más divertido que bailar?
- No hay excusas para quedarse sentado en el sofá. Ponte en marcha con alguna de estas propuestas o con aplicando tus propias ideas. ¿Por qué no nos cuentas cómo combates tú el sedentarismo?