Muchos de nosotros llevamos muchos años viviendo con nuestra pareja y en todo este tiempo hemos vivido altos y bajos en la relación y es que esto es lo más habitual, sobre todo a medida que los años van pasando. Y es que este es un tema candente en la sociedad, puesto que nadie conoce a ciencia cierta cuanto dura la llama de una pareja y como se puede hacer para mantenerla activa o para recuperarla, en el caso de que esta se haya perdido. Tal es así que con tan solo hacer una mera búsqueda en la red nos podemos encontrar con infinidad de resultados diferentes, cada uno de ellos con una respuesta que puede ser más o menos acertada. Y es que más allá de seguir unas pautas comunes a cualquier relación, lo cierto es que cada pareja es diferente y sus necesidades también lo son, por lo que a lo largo de las siguientes líneas os queremos mostrar algunas de las fórmulas que podemos seguir de forma habitual para conseguir que la llama con nuestra pareja vuelva a alumbrar en su plenitud de facultades.
Si bien es cierto que, como os decimos, cada pareja es completamente diferente a las demás, la realidad es que existen una serie de patrones que sirven para todas y cada una de las relaciones que se pueden dar a lo largo y ancho del mundo y, por ello, a continuación os vamos a dar algunos consejos, como los disfraces que ya os mencionamos en el titular, para que logréis reactivar la llama que os une a vuestra pareja y, con ello, conseguir que la relación sea mucho más duradera.
- Los juguetes: los juguetes eróticos son una de las fórmulas que más habitualmente usan las parejas para intentar reactivar su llama y es que sobre esto existe un mercado mundial muy potente en el que podemos encontrar juguetes diferentes adaptados a los gustos particulares de cada pareja. Desde estimuladores para él y para ella a juegos para disfrutar en pareja pasando por diferentes temáticas y por diferentes fórmulas. Cuando hablamos de fórmulas nos referimos a que podemos encontrar juguetes con temáticas BDSM, digamos, los más extremos, a juguetes totalmente inocentes con formas de conejo, con pompones u otros. Así, prácticamente podemos decir que existe un tipo de juguete para cada pareja, el cual se adapta a la perfección a los gustos de cada uno de los compradores y que, por supuesto, mediante su uso podemos recuperar esa llama perdida con nuestra pareja.
- Los disfraces: tal y como os decíamos en el titular, muchos de nosotros usamos los disfraces como excusa para reavivar la llama de la pareja y es que gracias a ellos podemos dejar volar nuestra imaginación. En este sentido, son muchas las parejas que disfrutan ejerciendo algún rol concreto como dominante y sumiso, como carcelera y preso, como profesora y alumno, médico y paciente… por lo que contar con disfraces que nos sirvan para entrar en materia es fundamental para poder sorprender a nuestra pareja y avivar así la llama. Por ello, cada vez es más habitual que decenas de parejas de toda España acudan a DisfrazArte shop para encontrar los modelitos que más se adapten al papel que desean jugar con sus parejas y, con ello, vivir una jornada de pasión en la que solo importen los dos que forman la pareja y nada más.
- Los juegos de mesa eróticos: este tipo de juegos también son más habituales de lo que muchos de nosotros creemos y nos sirven para ir aumentando la llama a medida que vamos jugando. En este sentido, estos juegos están pensados para empezar de una forma inocente e ir incrementando la sensualidad a medida que avanzan las tiradas, por lo que no es de extrañar que muchas parejas ni siquiera lleguen una partida entera o que, por la contra, en el caso de completarla, esta acabe desencadenando una jornada de auténtica pasión entre la pareja.
Las escapadas románticas, un clásico que no falla
Uno de los clásicos que nunca falla pasa por las escapadas románticas y es que no hay nada más bonito que poder irte con tu pareja un fin de semana sin tener que estar pendiente del teléfono, de lo niños o del correo, entre otros. Por eso, cuando podemos irnos de escapada siempre buscamos un hotel con encanto en el que podamos disfrutar de nosotros mismos sin que nada o nadie nos incordie. Así, lo más habitual pasa por reservar una estancia en un hotel que cuente con jacuzzi en la propia habitación, así como que cuente con la posibilidad de que nos traigan la comida o el desayuno a la habitación y en el que nos reciban con flores y velas en el cuarto.