Consejos para una climatización eficiente en el hogar

En un país de cambios climáticos tan extremos, en los que enfrentamos verdaderas oleadas de frio en invierno, para luego en verano sufrir bajo temperaturas de calor intenso, es imprescindible contar con una buena climatización en nuestro hogar.

Para lograr mantenernos calientes dentro de casa durante el invierno, y soportar las altas temperaturas del verano, debemos aprender a manejar las herramientas de climatización con las que contamos de una forma eficiente y que luego no vaya a golpear nuestro bolsillo al momento de enfrentar las facturas. Aquí te damos algunos consejos para lograrlo.

Consejos para el uso eficiente de la calefacción

Cuando llega el invierno, las bajas temperaturas y las dudas sobre el correcto uso de los sistemas de calefacción suelen asaltar a todos. Sin embargo, estos pequeños tips te serán de gran ayuda:

  1. Obtén tu certificado energético

El certificado energético es el documento que incluye la calificación de la eficiencia energética y el consumo de un edificio o parte del mismo. Además, contiene una descripción de sus características energéticas y recomendaciones de mejora.

Este es muy útil ya que al adaptar el sistema de climatización de nuestro hogar a las pautas exigidas por el certificado energético supondrá grandes ventajas. La principal es un ahorro significativo en la factura de la luz o el gas, seguido por la práctica de un climatización que respete  al medio que nos rodea.

2. Elige el mejor sistema de calefacción

La elección de un buen sistema de calefacción depende de la combinación de varios factores. Primero, disponer de la mejor tecnología disponible del mercado; siempre cuidando que esta sea eficiente y respetuosa con el medio ambiente, para evitar el temido impacto ecológico. Y segundo, que su diseño de adapte a las necesidades de nuestra vivienda y nuestra rutina diaria.

3. Contar con un buen aislamiento

Uno de los factores fundamentales a la hora de lograr una climatización ideal en nuestra vivienda es la calidad de los materiales de esta. Ya que no importa el sistema de climatización elegido, si no contamos con un buen material aislante en suelos y paredes no podremos evitar la entrada de frío y la pérdida de calor.

4. Ventanas de doble acristalamiento

Siguiendo la misma idea del punto anterior, el equipo de Crearsur, expertos en ventanas de PVC y sistemas de climatización, nos explican que también es relevante el tipo de ventanas que instalemos en la casa. Cuanto más grueso sea el cristal, mejor. Además, también es muy útil el uso de ventanas dobles para no dejar escapar la climatización.

5. Cubre el suelo con alfombras o moqueta

Aunque parece un simple gesto, la verdad es que puede contribuir mucho a dar una sensación de mayor calidez dentro del hogar.

Por ejemplo, puedes elegir una alfombra en lugar de moqueta para poder prescindir de ella durante el verano, y que cubra todas las zonas de relajación –camas, sofás…- ya que es el lugar de la casa en el que nos quedamos fríos con mayor facilidad.

6. Mantener una temperatura constante

Si elevamos la temperatura al máximo para calentar la casa de manera más rápida y luego la bajamos hasta que se acabe el calor conlleva un gasto considerable en facturas. De hecho, la verdad es que si usamos la calefacción durante poco tiempo y luego la quitamos, en vez de estar ahorrando, estamos haciendo todo lo contrario.

Ten en cuenta que la temperatura ideal para calentar el hogar de manera constante está entre los 19ºC y los 21ºC y que el aumento de 1ºC más puede suponer hasta un incremento del 7% en cuanto al consumo. Durante la noche, basta con tenerla entre los 15ºC y los 17ºC.

7. Aprovechar las horas de luz

Algunos trucos para aprovechar más el calor natural que entra por nuestras ventanas y fachadas, es dejar todo el día las persianas levantadas y solo bajarlas y correr las cortinas cuando empiece a atardecer. De esta manera, la casa guardará todo el calor acumulado durante el día.

8. Revisar posibles fugas

Es muy importante mirar si hay escapes por rejillas, bajos de las puertas o ventanas. Y en caso de encontrar algunas, sellarlas con masilla, silicona o cinta aislante. De otra manera estaremos perdiendo temperatura sin saber por qué. 

9. Colocar un termostato

Es recomendable que los termostatos ambientales sean programables, ya que así medirá la temperatura ambiente de la estancia y transmitirá el dato a la caldera para que ésta pare un rato o vuelva a arrancar. De esta manera, se establece la temperatura necesaria en cada momento.

Para que la medición de la temperatura sea certera, recuerda colocar el termostato a 1.5 metros del suelo y evita colocarlo cerca de un corriente de aire que tengas localizada.

10. Regular la calefacción de acuerdo a tus horarios

Esto quiere decir, que por ejemplo, si pasas el día fuera de casa, lo mejor es programarla para una hora antes de volver. Así tendrás la temperatura deseada en el momento en el que entres en casa.

Por otro lado, debes evitar aclimatar las habitaciones que no uses y mantener cerradas sus puertas.

11. Reforzar el aislamiento térmico de las paredes, suelos o techos

En el caso del suelo, aplica el consejo anterior de  utilizar aislantes externos como alfombras y colchas. En cuanto a la pared, podemos usar aislantes de interior como los que se colocan detrás de los zócalos para ayudar a mantener una sensación térmica ideal en todo momento. Finalmente, en lo referido a las ventanas, hay que reforzar su aislamiento con los cristales indicados o usar cristalería doble para ayudar a mantener esta sensación.

12. No tapar radiadores

Muchas personas tienen como costumbre tapar los radiadores con ropas o mantas, ya que piensan que aplicar directamente calor a sus prendas mojadas contribuirá a un rápido secado. El problema es que, al tapar los radiadores con ropa mojada la calefacción tiene que hacer un esfuerzo mayor y, por tanto, un mayor consumo de energía, para poder ofrecer la temperatura que le tenemos asignada. Es casi lo mismo que dejar las ventanas abiertas mientras que tenemos la calefacción encendida.

Consejos para el uso adecuado del aire acondicionado

Ya que sabemos como usar de forma eficiente nuestro sistema de calefacción durante el invierno, ahora necesitamos mantener ese mismo consumo consciente durante la época de calor donde necesitamos del aire acondicionado:

  1. Hay que mantener la temperatura idónea

Uno de los errores que se suele cometer en el verano es poner el aire acondicionado a una temperatura más baja que la conveniente con el objetivo de enfriar más rápido la estancia, con lo cual lo único que se consigue es subir más rápido el coste de la factura de la luz.

Si por el contrario, regulamos el termostato a 25ºC será más que suficiente para disfrutar de una estancia fresca sin preocuparse por el consumo eléctrico. Es más, cualquier diferencia superior a 12ºC entre estancias acondicionadas y el exterior genera un choque térmico nada saludable para el cuerpo.

2. Colocar el aire acondicionado en la ubicación correcta

La mejor ubicación para la unidad interior es aquella desde donde se pueda repartir el flujo de aire más homogéneamente. Por ejemplo, en estancias de grandes dimensiones, una buena opción es instalar varios splits interiores para asegurar el mayor confort en cualquier parte de la habitación a la vez que se ahorra energía. Mientras que, las unidades exteriores deben contar con una buena ventilación para que no se vean obligadas a funcionar a una mayor potencia de la necesaria, para lo cual debemos mantenerlas en un lugar a la sombra (mediante un pequeño tejado o similar).

3. Aprovechar el frescor residual

La refrigeración de una sala no se pierde inmediatamente al apagar el equipo, sino que por efecto de la inercia se mantiene durante cierto tiempo después de desconectar el aire. Teniendo en cuenta esto, un buen truco para ahorrar con el aire acondicionado es apagar los dispositivos minutos antes de salir de casa, ya que así minimizaremos  los cambios bruscos de temperatura en el organismo y reduciremos el consumo eléctrico.

4. Prestar atención al mantenimiento de los filtros

El caudal de aire circula mejor por el sistema de refrigeración si los filtros están limpios, mientras que unos filtros llenos de polvo aumentan el gasto eléctrico, porque obligan a los ventiladores a funcionar a más velocidad.

5. Adquiere un equipo eficiente

Debemos buscar aquellos que tengan la etiqueta verde y la letra A, ya que son el distintivo empleado en los equipos energéticamente eficientes y los que menos consumen.

6. Buscar asesoramiento profesional

Una potencia menor o mayor de la necesaria influirá en la óptima eficiencia del aire acondicionado. Así que para saber la potencia correcta, podemos consultar con los técnicos instaladores, quienes nos asesorarán de acuerdo a las necesidades de nuestro hogar, dependiendo de su orientación solar y del uso previsto para el aparato.

7. Apuesta por el funcionamiento inteligente

Los últimos equipos del mercado incorporan sensores de presencia ideales para percibir el consumo potencial de aire acondicionado. Gracias al monitoreo de actividad, de movimientos y a la detección de las personas en la sala, los equipos disponen de autonomía de encendido y apagado.

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