Cuando tenemos adultos mayores viviendo en casa, debemos pensar en brindarles comodidad y autonomía, de forma que, dentro de lo posible, estos aún tengan la oportunidad de desempeñar sus actividades del día a día y ser útiles dentro del hogar. La idea es que puedan movilizarse por todos los espacios, ir al baño solos, incluso ayudarnos a cocinar o cuidar de los niños.