365 días para cuidarse
Realmente me hace mucha gracia esa gente que te dice, allá por marzo o abril, eso de: voy a cuidarme que viene el verano. ¿Y qué pasa? ¿Qué el resto del año es mejor vivir a lo loco? No sé… creerán que cuidándose tres o cuatro meses al año arreglan todo el desenfreno vivido y el machaque que lleva nuestro organismo el resto del tiempo, pero la cosa no funciona así. ¿Se pueden hacer excesos? Sí, por supuesto. Nadie se va a morir por pasarse un día con la comida, ni con el sedentarismo, ni con la consola o con la televisión. Nadie, por un día, sufre consecuencias, pero el problema es cuando ese día se convierte en muchos y esos muchos se convierten en rutina y la excepción es el día en el que te cuidas. Ahí es cuando las cosas se tuercen y ya no hay vuelta atrás.