Por fin ha llegado esa época del año en la que empiezas a quitarte capas, debido a que hace cada vez más calor. Para mi es la mejor época del año, la primavera genera una sensación especial en las personas. Será por el calor, porque las flores están muy bonitas o porque se acercan las vacaciones de verano. Pero de una manera o de la otra se nota.
En este post quiero destacar la importancia que tiene cuidar de la piel durante el verano, ya que es la época del año donde más daño puedes sufrir. Y es que, debido a la reducción de la capa de ozono, los rayos UVA y UV del sol, traspasan la atmósfera y pueden llegar a producir graves quemaduras en la piel.
Por suerte en la actualidad disponemos de protectores solares que protegen perfectamente del sol. Pero sí que hay que saber cómo funcionan los protectores solares, porque a pesar de lo que digan, con ponerse crema solar una vez no se hace nada. De hecho, la crema solar debe ponerse alrededor de veinte minutos antes de tomar el sol, y de forma abundante. La crema solar crea una pantalla protectora entre la piel y el sol, obstaculizando la recepción de los rayos solares por la piel. Dependiendo del factor que nos pongamos deberemos ir poniéndonos crema durante cierto tiempo, es decir que, si te pones una crema factor veinte, deberás ponerte crema cada veinte minutos; y si te pones una crema factor 40, cada cuarenta minutos, y así sucesivamente.
Además, hay que tener cuidado con los aceites bronceadores que venden, ya que normalmente tienen un factor bajo, y tienen componentes que estimulan la piel para ponernos más morenos. Pero mucha gente cae en el error de no ponerse a menudo, y la consecuencia es ese tono rojo característico de noruegos, alemanes e ingleses. Una recomendación para coger el moreno antes es tomar zanahoria, la zanahoria tiene un alto contenido en betacaroteno, un pigmento natural que da color a la piel y que ayuda a mantener el tono durante más tiempo.
Para finalizar, respecto a los cuidados que hay que llevar a cabo cuando estás bajo el sol, hay que prestar mucha atención a la cara. En muchas ocasiones nos olvidamos de comprar crema específica para la cara, y caemos en el error de ponernos crema del cuerpo en la cara. Esto es un error porque la crema solar está diseñada, en general, para el cuerpo, y dependiendo de cada piel se necesita una crema solar protectora específica para la cara. Prestar atención al agua
Las piscinas
También pasamos mucho tiempo en el agua, y el agua de mar tiene excelentes propiedades que nos ayudan a que nuestra piel esté sana. Otro consejo que te hará ahorrarte un dinerillo es utilizar la arena de la playa para utilizarla como pilling natural. La arena es un excelente exfoliante, que, junto con el agua de mar, hará que tu cuerpo esté radiante. Y no olvides que, si tienes granitos, el agua de mar ayudará a que se vayan antes.
Pero el agua que más daño nos hace es el de la piscina, porque tiene cloro. El cloro evita que se generen infecciones en el agua, pero ejerce efectos adversos en el cabello y la piel. Por eso merece la pena seguir ciertos consejos. Antes que nada, hay que intentar nadar en piscinas al aire libre, para que el cloro no se concentre, y también conviene aplicar un aceite de coco o producto similar para añadir una capa adicional de protección. Existen productos como los protectores solares resistentes al agua, o algunas lociones específicas que ayudan a neutralizar los efectos del cloro.
Y te preguntarás como he podido saber tanto sobre el cuidado de la piel, y es porque en casa pusimos una piscina este invierno de cara al verano, y los expertos de Piscinas DPT nos advirtieron sobre las consecuencias del sol, además de realizar una piscina de poliéster reforzado de excelente calidad.
Por tanto, existe un riesgo real a tener enfermedades derivadas a la exposición al sol sin protección, por tanto, merece la pena esforzarse por cuidar de nuestra barrera natural más preciada, la piel.