En la sociedad de la imagen en la que vivimos es extremadamente importante vigilar con qué prendas envolvemos nuestro cuerpo. Aunque bien es cierto que mantener cuidada la estética personal es y será una cuestión a tener en cuenta, mantenernos informados acerca de las últimas tendencias en moda también lo es. De la combinación de una y otra conseguiremos tener esa imagen personal tan cuidada que demanda la sociedad actual.
Sin embargo, no por estar en contacto permanente con las últimas tendencias en moda y estética vamos a obtener unos mejores resultados para nuestra imagen. Lo estrictamente necesario es informarnos y obtener los consejos y productos adecuados de parte de los mejores profesionales. Es ahí donde no podemos fallar: tenemos que contactar con los que mejor nos puedan ayudar.
El pasado mes de septiembre decidí, junto con una antigua compañera de trabajo, montar una tienda especializada en moda femenina en la ciudad de Madrid. Creíamos firmemente que existía un hueco para nosotros en un mercado como este y, a tal efecto, decidimos comenzar a mover hilos, alquilar un local y adquirir todas las licencias que se nos pedían desde la Administración Pública. Comenzábamos a tenerlo todo listo para ganarnos la vida con aquella tienda.
Sin embargo, todavía nos faltaba por conseguir lo más importante: el género. Sin duda alguna, era esto lo que más nos iba a definir como tienda, por lo que era el tema que más nos debía preocupar. Fue por eso por lo que comenzamos a visitar muchas de las tiendas que, en la ciudad, se dedicaban a la venta al por mayor del tipo de género que nosotros deseábamos vender a nuestro público objetivo.
Como no habíamos encontrado el tipo de ropa que deseábamos, empezamos a realizar nuestra búsqueda a través de Internet. Fue en la red donde encontramos una página web llamada www.hhg.es. A través de esa página web encontramos un medio ideal para hacernos con la ropa de mujer más moderna, con una calidad nada desdeñable y a un precio que nos permitiría obtener un margen de beneficios importante sin que nuestras clientas catalogaran como caros nuestros artículos.
La variedad de prendas que nos proporcionaban desde HHG fue fundamental para nosotros. Vestidos, faldas, monos, complementos, blusas… todo a nuestro alcance. Mi socia y yo decidimos hacernos con parte de esa variedad y comenzar a comercializarlo en nuestra nueva tienda. Y, desde luego, no nos íbamos a arrepentir.
Un éxito rotundo
Desde el primer momento nos dimos cuenta de que no nos íbamos a arrepentir con aquella decisión. Una vez expuestas todas las prendas adquiridas a través de HHG, las clientas comenzaron a interesarse por ellos. El negocio acababa de nacer y lo hacía con una fuerza que nos parecía increíble. Comenzamos a ganar mucho dinero y ese fue el motivo por el cual empezamos a comprender las ventajas de la gestión que estábamos protagonizando desde nuestra apertura.
Llevamos un total de siete meses en nuestro nuevo negocio y las cosas están funcionando de maravilla. Hemos obtenido un volumen de negocio que no nos esperábamos y creemos que en los próximos meses las cosas pueden ir incluso a mejor. Sabemos de sobra que lo principal, el género, lo tenemos gracias a nuestro proveedor y que ese es el principal argumento que tiene nuestra clientela para elegirnos como principal suministrador de ropa de carácter femenino.
Estamos exprimiendo nuestras posibilidades al máximo y tenemos una base muy sólida para triunfar en el mundo de la moda. Solo el futuro dirimirá si nuestro proyecto continúa al ritmo al que se mueve en la actualidad, pero no cabe duda de que estamos en el camino correcto y de que nuestras opciones de crecer son amplias y muy prometedoras. Sólo hace falta tiempo para confirmar nuestro apogeo.