Nuestra espalda necesita cuidados habituales

Mi abuelo siempre me decía que no entendía como los trabajos de hoy en día eran estar encerrado en una oficina durante ocho horas al día, enfrente de una “tele” (se refería al monitor del ordenador). Para el, lo que realmente era trabajo era cuidar del ganado, arar las tierras y conseguir crear una empresa.

La realidad es que la manera de trabajar ha cambiado con el paso del tiempo, y hoy en día no hay empresa que no disponga de una secretaria o al menos una persona encargada de leer los emails y contactar con los clientes. Cuando hacemos esto solemos estar sentado, de hecho, existen muchas personas que se pasan la mayor parte del día sentado.

Estar todo el día puede ser el objetivo de aquellas personas que por el contrario tienen trabajos más sacrificados, como por ejemplo la hostelería. Pero si algo tienen en común todos los trabajos es la importancia de las posturas a la hora de trabajar. Una mala postura puede perjudicar mucho la productividad y el bienestar general.

Cuando trabajamos tendemos a poner nuestra atención en lo que estamos haciendo. Por ejemplo, al trabajar solemos aislarnos de los estímulos eternos que nos rodean, ya sea cerrando la puerta, poniendo el móvil en silencio o alejando de nosotros todo contacto con las acaparadoras redes sociales.

Al poner nuestra atención en, digamos, un monitor de ordenador, no nos damos cuenta de si nuestra postura corporal es buena o no. A veces si sentimos mucha molestia tendemos a movernos, pero muchos otro se acostumbra a una postura y no se mueven de ella. Estos hábitos son muy perjudiciales, principalmente para la espalda.

En el artículo de hoy vamos a hablar de las principales lesiones de espalda, que sin duda son uno de los riesgos laborales más frecuentes para muchas personas. No olvidemos que la espalda es como el chasis de un coche, nos soporta y aguanta, descuidarlo no es una buena idea si queremos llegar a la edad de jubilación sin muchos achaques.

Las lesiones más comunes de espalda

Distensión o esguince lumbar. Se debe habitualmente a una lesión muscular en la parte baja de espalda. La lesión puede producirse, por ejemplo, al levantar un objeto en mala postura, al intentar elevar un objeto demasiado pesado o durante un traumatismo deportivo. Suele manifestarse a través de la hinchazón que se produce generalmente en las áreas alrededor de los músculos, lo que genera un espasmo en la espalda que puede derivar en lumbalgia.

Lumbago. Se caracteriza por un dolor en la zona baja de la espalda (zona lumbar), causado por un daño en alguna de las estructuras de esta zona: vértebras, discos intervertebrales, músculos o ligamentos. Hablamos de lumbalgia aguda si el dolor dura unos días y de lumbalgia crónica si permanece más de 3 meses.

Ciática. Se trata de un tirón o pellizco molesto que nos deja paralizados de dolor y nos impide agacharnos o caminar. Este dolor puede ser causado por el pinzamiento de las raíces del nervio ciático. Suele empezar en la parte baja de la espalda y extenderse hacia las piernas, las pantorrillas, los pies, e inclusive los dedos de los pies.

Hernia discal. La mayoría de las hernias se presentan en la parte inferior de la espalda o área lumbar de la columna. Se produce cuando una parte o toda la parte central de un disco intervertebral se desplaza a través de una parte debilitada del disco. Se manifiesta con dolor de espalda, dolor de la pierna y otros síntomas causados por la presión sobre las raíces nerviosas de la columna.

Estos problemas de espalda son bastante comunes, y muchos de ellos se pueden solucionar si se detectan a tiempo. Por ello, ir al masajista regularmente o hacerse revisiones preventivas es una opción realmente importante para todos aquellos que están en situaciones de riesgo, como por ejemplo las personas que trabajan en oficinas y pasan mucho tiempo sentados. Coger una mala postura es un hábito muy fácil de adquirir, pero muy difícil de eliminar.

Una manera de conseguir eliminar hábitos o cambiarlos es poniendo recordatorios en varios sitios, como en los espejos, la pantalla del ordenador y en el móvil. Puedes ser todo lo extremo que quieras, ya que lo normal es que hagas el esfuerzo durante uno o dos días y te olvides. De hecho, existe gente que utiliza camisetas personalizadas para recordar una frase detonante para cambiar de hábito. Textinity pone a tu disposición la posibilidad de crear sudaderas personalizadas, polos de trabajo personalizados o camisetas personalizadas, al por mayor y al por menor, a precios realmente competitivos.

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