Siempre me he sorprendido por el gran poder del subconsciente, una parte importantísima del cerebro pero que es muy importante en nuestro día a día, pues se encarga de procesar de manera automática los estímulos que recibimos a nuestro alrededor, conectándolos con diferentes pensamientos y partes del cerebro.
De hecho esto es algo que puedes comprobar ahora mismo, ya que seguro que antes de leer este artículo te has encontrado en una situación en la que has juzgado a una persona o una situación quedándote con una conclusión positiva o negativa. Y es que el poder del subconsciente es incalculable.
Y esto nos lleva a hablar de los colores, que se definen por la impresión producida por un tono de luz en los órganos visuales. Es decir, un color no es más que una percepción visual que genera el cerebro al interpretar las señales nerviosas que recogen los fotorreceptores en la retina del ojo y que diferencian entre las diferentes señales de onda.
Los colores influyen mucho en nuestra vida diaria, hasta el punto que tomamos decisiones de manera inconsciente dependiendo del color de la ropa de una persona, o el color de una habitación. Y en este último sentido vamos a prestar atención, ya que el color de una habitación influye mucho en nuestro estado de ánimo.
En el artículo de hoy vamos a plantearte cuáles son las diferentes sensaciones que nos producen los principales colores. Quizá te plantees cambiar el color de tus habitaciones o incluso de tu casa entera, así que también te vamos a recomendar una web en la que consultar los diferentes tipos de pintura que quedarán perfecto en tus paredes. Hablamos de La Casa del Pintor, una empresa que ofrece productos para crear hogar y decorar, destacando su labor como fabricante de pinturas en Guadiel basando sus principios en la calidad e I+D+i para cubrir cualquier necesidad.
No descuides el efecto psicológico de los colores
Amarillo. Representa alegría e inteligencia. Es un color variable y espontáneo lo que no lo hace favorable para sugerir seguridad. Es útil para llamar la atención, sobre todo junto al color negro. Es un color que estimula la actividad mental y genera energía muscular, pero en exceso puede ser un poco perturbador. Dicen que los bebés lloran más en habitaciones amarillas y por eso es mejor evitar este color en el diseño de paredes para salas o recámaras donde hayan bebés.
Azul. Es asociado con estabilidad y profundidad por ser el color del mar y el cielo. Está ligado a la tranquilidad y la calma, lo que lo hace beneficioso para el cuerpo y la mente. Es un color muy aceptado por los hombres y sirve para presentar productos de tecnología o de limpieza en un entorno fabuloso. Dicen que retarda el metabolismo y quita el apetito. En exceso puede generar depresión, pero si lo utilizas con moderación en el diseño de paredes para salas o estudios, contribuirá a tu buen ánimo.
Rojo. Es fabuloso porque es un color intenso a nivel emocional. Se utiliza para avisos importantes y de prohibición. Sirve para provocar sentimientos eróticos en publicidad, mejora el ritmo respiratorio y eleva la presión sanguínea. Se asocia con peligro, fortaleza, pasión, deseo y amor. En exceso puede generar ansiedad. Algunas ideas para decorar la casa es utilizarlo en acentos como floreros, velas o marcos de fotografía.
Blanco. Es considerado el color de la perfección. Tiene connotación positiva, es asociado con la bondad, la luz, la frescura y la limpieza. Sirve para promocionar productos médicos o relacionados con la salud. Se asocia con productos lácteos y productos bajos en calorías o para bajar de peso. Purifica la mente y no tiene problema al ser utilizado en grandes cantidades por lo que puede considerarse un básico en el diseño de paredes para sala.
Negro. Se asocia con el miedo y lo desconocido. Es un color que representa la elegancia, el poder y al mismo tiempo la muerte y el silencio. Contrasta muy bien con colores brillantes y es famoso por hacernos ver más delgados al utilizarlo para vestir. Puede ser intimidante en exceso. De manera práctica, ideas para decorar la casa con negro es utilizarlo en sillas, tapetes pequeños o acentos en la mesa como por ejemplo platos.