O no. Aunque la alopecia es un mal común a muchas personas, mayoritariamente hombres, no todo está perdido en lo que a calvicie se refiere. Existen tratamientos para evitar la caída y fortalecer el cabello o para recuperarlo con microinjertos de folículos pilosos.
Como nos cuentan los profesionales de FUE, son diversos los factores que inducen a padecer alopecia. Generalmente de carácter genético y agravados por situaciones o factores externos. Un síntoma reconocido es la caída de cien cabellos al día ya que por norma general perdemos entre cincuenta y noventa. Pero antes de ponernos a contar los pelos que perdemos al día, analicemos un poco las causas y síntomas de los diferentes tipos de alopecia.
Se denomina alopecia a la pérdida del cabello, ya sea en el cuero cabelludo o cualquier otra parte del cuerpo. Esta pérdida puede ser temporal o permanente. Si vuelve a crecer, habrá sido algo temporal, debido al estrés por ejemplo. Cuando la pérdida del cabello es excesiva se entiende que se sufre algún tipo de alopecia. La más común es debida a la herencia genética y la edad. Como dice el dicho: si ves las barbas de tu vecino cortar… ya sabes, si tu padre sufre alopecia, lo más probable es que la padezcas.
Causas y tipos de alopecia
Los factores que más influyen en la caída del pelo suelen relacionarse directamente con la genética. Los antecedentes familiares son determinantes a la hora de desarrollar esta enfermedad que afecta al folículo piloso. Este tipo de alopecia se denomina androgénica.
Los cambios hormonales a los que está sujeto el cuerpo humano pueden afectar al cuero cabelludo y la calidad del cabello, debilitándolo o haciendo que se caiga. Así como algunas afecciones médicas se traducen con pérdidas masivas de cabello, que en muchas ocasiones, se regenera. O debido a tratamientos farmacológicos como la quimioterapia.
El estrés a grandes dosis alimenta por igual la perdida excesiva de cabello. La buena noticias es que por lo general, si cesa el estrés o la situación traumática, vuelve a crecer.
Por supuesto, los tratamientos para mantener el pelo en su sitio, las permanentes, los tintes, algunos peinados agresivos para el cuero cabelludo, pueden dar como resultado la debilidad del cabello y su consiguiente caída.
Teniendo en cuenta estos factores, podemos encontrar que padecemos uno de estos tipos de alopecia:
- Alopecia androgénica o calvicie común. Se suele presentar a los cincuenta. La sufren un 50% de hombres frente al 10% de mujeres. El origen puede ser genético u hormonal.
- Alopecia areata. Es la calvicie más frecuente después de la común. Se presenta en forma de calvas en diferentes partes del cuero cabelludo. Aunque puede extenderse por toda la cabeza o presentarse en otras partes del cuerpo. Es fácil que a los hombres se les presente en la barba.
- Alopecia fibrosante o frontal. Este tipo de alopecia se presenta más en mujeres, generalmente cuando sufren la menopausia y el cabello crece cada vez más atrás del inicio natural en la frente.
- Alopecia difusa. Reversible independientemente de la severidad con la que se presente.
- Alopecia cicatrizal. Como su nombre da a entender, es la que se presenta en una zona del cuerpo donde ha existido una herida. El tejido cicatrizado no ha regenerado los folículos destruidos con el traumatismo.
- Alopecia universal. Una enfermedad autoinmune ataca de forma agresiva a los folículos pilosos destruyéndolos de forma irreversible. Considerada un subtipo de alopecia areata presentada de una forma más agresiva.
Síntomas de que no pierdes la cabeza, solo el pelo
Tendemos a pensar que el único síntoma de calvicie es la calvicie en si misma. Es tan evidente que el pelo no crece y se siente débil que pasamos por alto otras señales que pueden advertirnos de que algo ocurre en nuestro cuero cabelludo. En otras partes del cuerpo también se da alopecia pero no resulta difícil de encajar, más bien se agradece.
El síntoma más obvio es ese, notamos una pérdida del cabello de la zona frontal. Suele ser de forma gradual de forma que cuando te quieres dar cuenta, falta demasiado. También pueden aparecer calvas circulares o irregulares en alguna zona del cuero cabelludo, se puede sentir picor o dolor antes de la caída. Adelgazamiento del cabello debido a las ya mencionadas situaciones de estrés. O la pérdida del pelo en todo el cuerpo debido a los fuertes tratamientos farmacológicos. La tiña, que produce la caída del pelo, se presenta con descamación, enrojecimiento y a veces hasta supuración.
Aquí no vale más prevenir
La mala noticia es que no existe método de prevención contra la calvicie. Si te toca… se te va a caer el pelo. La buena es que algunas son reversibles y existe tratamiento para ello. Desde productos de venta libre en las farmacias hasta el tan de moda, trasplante capilar.
Padecer alopecia no es algo grave, salvo que exista una causa subyacente que sería algo a determinar por un especialista y para lo cual seguramente exista un tratamiento. Lo complicado es la parte psicológica de perder la melena.
Por fortuna, de hace ya algunos lustros, el tema de perder el pelo no es tabú, ni sinónimo de vejez. Al contrario, muchos hombres se afeitan la cabeza en cuanto ven asomar la coronilla para hacerse a la idea. Al final resulta más cómodo y te ahorras la peluquería.
Para las mujeres todavía es algo más difícil de afrontar. Una mujer sin su melena se siente un poco diferente. La coquetería manda y el pelo es sinónimo de atractivo y belleza. No obstante, siempre ha habido formas de disimular esas faltas, las pelucas que existen en el mercado a día de hoy son tan versátiles que no se nota que llevas una. De hecho son muy utilizadas por mujeres que sufren de alopecia por algún tratamiento para subir la autoestima.
Tambien hay que tener en cuenta que si bien no todo el mundo va a sufrir alopecia, la mayoría tenemos momentos en los que la raya del pelo se hace más ancha, el pelo se nos cae más de la cuenta… Vuelve a crecer, eso es cierto, pero cada vez que se cae, se debilita. Quizá un ligero cambio en los hábitos de vida devuelvan la misma a nuestro cabello y en vez de que se nos vaya a caer el pelo, crezca sano y fuerte dejando una buena herencia a futuras generaciones.