Hay que encontrar la manera de combatir todos esos fenómenos que, como el estrés, la ansiedad o la depresión, pueden hacer de nuestra vida algo peor. Todo aquello que no nos proporcione felicidad hay que expulsarlo de nuestro día a día, pero está claro que las cosas no son tan fáciles a menudo y que debemos encontrar un modo de hacer posible que tengamos la capacidad de pelear contra esos elementos. Por suerte, a día de hoy tenemos una enorme cantidad de opciones para tener éxito en ese sentido. Hay que aprovecharlas sí o sí.
¿Cuáles son esas opciones? Una de las más conocidas es el protagonista de este artículo, el yoga, que tradicionalmente se ha asociado a un aspecto como el de la relajación. Y es que, muchas veces, es precisamente eso lo que nos hace falta: relajarnos, tomarnos las cosas con la suficiente calma. Vivimos demasiado apresurados, demasiado pendientes de cosas que no nos convienen. Hay que encontrar al menos un momento al día que nos sirva para olvidarnos de todo eso y para centrarnos en obtener la tranquilidad que nuestro cuerpo demanda y que a veces no le damos como deberíamos.
No nos damos cuenta en muchas ocasiones de lo importante que esto es. Sobre todo cuando somos jóvenes, tendemos a pensar que nuestro cuerpo puede con todo, que no se desgasta en absoluto. Pero la realidad es otra y, tarde o temprano, nos damos cuenta de eso. El cuerpo tiene un límite, se desgasta física y mentalmente y tenemos que poner toda la carne en el asador para tratar de que no sea así. Desde luego, es una responsabilidad para con nosotros mismos que no podemos eludir en absoluto. Nuestra salud depende de eso y creemos que no hay nada que merezca más la pena que cuidar de ella.
El yoga tiene la capacidad de detener esos desgastes de los que estamos hablando y la verdad es que debemos aprovechar la oportunidad que eso supone. Son muchas las personas que, en los últimos años, han decidido probar suerte con esta actividad y que se han sorprendido cuando han descubierto que es más beneficiosa de lo que esperaban en un principio. Eso es lo que ha permitido que mucha más gente se vaya sumando a una actividad como esta y que, tal y como afirma una noticia que vio la luz en la página web Cambio 16, ya sean más de 5’61 millones de personas ya se encuentren practicando esta actividad.
En otra información, que en este caso publicada en la web de El País, en concreto en su sección Cinco Días, se comentaba que el yoga y el pilates se habían hecho un hueco en el mercado español del fitness. En el año 2018, este mercado había crecido un 2’5% hasta superar los 2.291 millones de euros. El hecho de que Internet haya acercado información de todo tipo y de cualquier cosa a los hogares de este país ha hecho posible que más y más personas se hayan sentido atraídas por una actividad que, desde luego, ha venido hasta nuestros días para quedarse.
La verdad es que no ha podido llegar más a tiempo. Lo que llevamos de siglo no está siendo positivo para la salud física ni mental de las personas. La crisis económica que se produjo en el año 2007 y que se extendió hasta bien avanzada la década siguiente hizo no solo que mucha gente se quedara en el paro, sino que todo el mundo se sintiera mucho más vulnerable en su puesto de trabajo y tuviera que hacer lo indecible para mantenerlo. La situación no mejoró con la crisis del coronavirus, en la que muchas empresas echaron el cierre condenando a sus trabajadores y trabajadoras.
Como consecuencia de estas cosas, las personas comenzaron a moverse intentando encontrar soluciones. Fue ahí donde el yoga empezó a gestarse como una de las alternativas de más calidad para luchar contra una situación física y mental que a muchas personas les causaba un estrés realmente grande. Desde luego, esta ha sido una cuestión que ha ayudado a alcanzar un estado psicológico bastante más positivo, que es algo a lo que todos y todas tenemos derecho.
El yoga ha sido una de las apuestas más efectivas a la hora de conseguir un estado de salud física y mental que sea óptimo. Pero, como en todos los ámbitos de la vida, hay maneras y trucos de sacar la máxima rentabilidad de una actividad como esta. El enfoque que le dan desde Ceiba Yoga ha sido realmente interesante porque las clases son multinivel, de tal modo que puedes asistir a una clase con gente que sea más experta que tú y obtener un aprendizaje mucho más rápido y óptimo, pudiendo ser también tú también de utilidad para esas personas puesto que cada una enfoca la realización de esta actividad de una manera y siempre hay algo que aportar por muy poco que lleves haciendo yoga.
Este truco nos parece realmente interesante porque ha permitido hacer posible la integración rápida de personas nuevas en esta materia y que pronto han empezado a sentir y obtener los beneficios de una actividad como el yoga. A nadie le cabe la menor duda de que estamos hablando de uno de los remedios más potentes que podemos encontrar para luchar contra todo eso que nos genera estrés, ansiedad o depresión, tres de los grandes problemas silenciosos a los que nos podemos estar enfrentando a nivel personal incluso sin estar dándonos cuenta.
La capacidad de relacionarse, clave
Ya hemos dicho que, cuando hacemos yoga, una de las cosas que nos proporciona más ventajas es relacionarnos con gente que quizá lleve más tiempo que nosotros haciendo una actividad como esta. Eso, en la realización de esa actividad, nos ofrece muchas ventajas, pero no cabe la menor duda de que la capacidad de relacionarnos con personas a las que acabamos de conocer y con las que acabamos de compartir una actividad tan importante es elemental. Y tiene mucho que ver con la manera que tengamos de recuperar este estado físico y mental que queremos volver a tener.
Y es que las relaciones personales tienen una relevancia muy grande en la vida. Hay un dicho que viene a decir: “dime con quién te juntas y te diré quién eres” y la verdad es que tiene muchísimo de cierto. La gente de la que nos rodeamos termina generando una influencia en quiénes somos, en cómo pensamos y en qué tipo de cosas se van a convertir en nuestros intereses. Si esos intereses van a girar en torno al cuidado de nuestro cuerpo y mente, mejor que mejor. Eso es precisamente lo que conseguiremos estableciendo relaciones con personas a las que les gusta hacer yoga.
Hay que valorar el poder que tienen las relaciones en las sociedades actuales. Y es que no cabe la menor duda de que pueden ayudarnos de un modo sustancial a conseguir ser mejores personas y a mejorar nuestra salud, que es fundamental para que podamos aspirar a eso que denominamos felicidad y que, por desgracia, no se encuentra en todos los hogares de nuestro país ni de nuestro mundo.
Una decisión como lo es apuntarse a yoga puede ser una de esas que te cambie la vida por completo. Hay razones más que de sobra para ello. La mejora psicológica que nos proporciona, unida a esa vía para conocer gente nueva y con la que entablar una bonita amistad, puede hacer que recuperemos esa felicidad perdida o esa vitalidad que en algún momento también se nos había esfumado de entre las manos. Por tanto, nunca hay que obviar o minusvalorar la contribución que el yoga puede desempeñar en nuestra vida. Estaríamos cometiendo un error del que nos podríamos arrepentir más pronto que tarde.
Estos efectos que ha tenido el yoga en la gente trascienden fronteras e incluso límites temporales. Y es que las personas que han hecho yoga en otros países y en décadas ya alejadas en el tiempo han pasado exactamente por lo que hemos venido comentando a lo largo de todos estos párrafos. Se trata de una de esas actividades que generan muchos beneficios entre las personas principalmente porque ayudan a hacer equipo, lo cual también ha sido elemental para que las empresas la hayan elegido como medio efectivo de team building.
Es posible, aunque no seáis plenamente conscientes de ello, que seáis o hayáis sido víctimas de una de esas enfermedades silenciosas como las que hemos mencionado. Y es que ese estrés, esa ansiedad o esa depresión de la que hemos hablado puede terminar con la felicidad de una persona, con sus ganas de vivir y con su deseo de dar cada día lo mejor de sí misma. Y no hay derecho a que eso suceda. Tenemos que trabajar en algo que nos llene para que eso no suceda. El yoga es una alternativa maravillosa que os hará conocer, además, a gente maravillosa. No dejéis escapar la oportunidad que eso os pone en el camino.