Hay temas de belleza que parecen simples, pero cuanto más indagas, más dudas aparecen. Las pestañas son uno de ellos. En las redes sociales, puedes ver multitud de remedios y trucos como, que si las cortas, crecen más fuertes. O que un poco de vaselina cada noche hace milagros. Que, si te las depilas, vuelven a salir perfectas. O que el aceite de ricino es mano de santo. ¿Pero cuántas de estas ideas tienen algo de cierto? ¿Y cuántas pueden ser peligrosas?
En este texto vamos a desmontar, punto por punto, muchos de los mitos que giran en torno a las pestañas. Y también a contarte lo que sí está comprobado. Porque ciertos de estos remedios pueden ser peligrosos para tu salud.
¿Las pestañas vuelven a crecer si se caen?
Una de las dudas más frecuentes. La respuesta es sí, pero depende de ciertos factores.
Las pestañas tienen un ciclo de crecimiento, como el pelo del cuero cabelludo. Nacen, crecen, se estabilizan y se caen de forma natural. Este ciclo dura entre 4 y 11 meses, dependiendo de la persona. Si se te cae una pestaña por roce, por rímel mal retirado o por estrés, lo más habitual es que vuelva a salir.
El problema aparece cuando hay una pérdida constante o por arrancado repetido. Si por ejemplo te depilas las pestañas o usas extensiones que tiran de ellas una y otra vez, puedes dañar el folículo y hacer que deje de producir pelo. En esos casos, no es que tarde más en salir, es que quizá no vuelva a salir nunca.
Así que sí, vuelven a crecer, pero no son invencibles.
¿Cortarlas hace que crezcan más fuertes?
No. Es uno de los mitos más extendidos y no tiene ninguna base real.
Cortar las pestañas no hace que crezcan más rápido, ni más largas, ni más gruesas. Simplemente les quitas longitud. Algunas personas notan que parecen más fuertes al crecer después del corte, pero eso es solo una ilusión óptica: la raíz de la pestaña es más gruesa que la punta.
Además, al cortarlas, puedes alterar el crecimiento natural y dejar tus ojos más desprotegidos. Recuerda que la función principal de las pestañas es proteger los ojos del polvo y de la luz excesiva. Cuanto más cortas, menos cumplen su función.
¿Funciona el aceite de ricino?
Es uno de los remedios caseros más conocidos. Hay quien se lo aplica cada noche con la esperanza de despertar con unas pestañas de escándalo.
La verdad es que el aceite de ricino puede hidratar y dar brillo, pero no hace que las pestañas crezcan más rápido ni más largas. No hay estudios científicos que lo respalden.
Además, si no se aplica correctamente, puede provocar irritación en los ojos, enrojecimiento o incluso orzuelos. Hay personas con piel sensible que reaccionan mal a estos aceites vegetales. Y no es nada recomendable meter un producto graso tan cerca de la línea del párpado.
Si decides probarlo, haz una prueba en la piel antes y nunca lo uses sobre el nacimiento de la pestaña. Aplícalo con un hisopo limpio en la punta, evitando que entre en contacto con el ojo.
¿Y la vaselina? ¿Hace crecer las pestañas?
Tampoco. La vaselina no estimula el crecimiento. Lo que hace es hidratar. Por eso da esa sensación de pestaña más flexible, brillante o incluso más sana. Pero no alarga, no estimula y no cambia la densidad.
Además, es un producto denso, que puede obstruir los folículos si se aplica cerca del párpado. Igual que con el aceite de ricino, hay que tener mucho cuidado con lo que entra en contacto con la zona ocular. No todas las pieles lo toleran bien, y los riesgos a veces no compensan.
¿Hay tratamientos naturales que sí funcionan?
Sí. Aunque no todos los remedios caseros dan resultado, hay fórmulas naturales bien diseñadas que sí han demostrado estimular el crecimiento de las pestañas de forma segura.
Desde Cosmetic Level, una empresa especializada en potenciar el crecimiento natural de las pestañas, explican que muchos de los métodos caseros son ineficaces o peligrosos.
“La clave está en la formulación”, dicen. “No es lo mismo usar aceite de oliva o té verde que aplicar un complejo con ingredientes naturales testados dermatológicamente. Nosotros hemos comprobado que ciertos extractos vegetales, cuando se combinan bien, pueden ayudar a fortalecer el folículo sin provocar irritaciones.”
También alertan del uso de productos caseros mal conservados o con ingredientes que pueden alterar el pH de la piel del párpado. “Hay quien mezcla ajo con aceites o usa infusiones que fermentan en pocos días. Esto puede provocar infecciones, dermatitis o caídas masivas de pestañas. Es importante recordar que el ojo es una zona muy sensible, y no todo lo que vemos en internet es real”.
Como vemos, sí hay opciones naturales eficaces, pero no cualquiera sirve. Y hay que desconfiar de los inventos caseros no controlados.
¿Se pueden alargar las pestañas de forma real?
Sí, aunque hay que diferenciar entre lo que es alargarlas de forma temporal (como con extensiones o rímel) y lo que es estimular su crecimiento real.
Las extensiones y las pestañas postizas son un recurso muy usado, pero no hacen que tus pestañas crezcan. Solo las cubren o las reemplazan visualmente. Eso sí, hay que tener mucho cuidado con ellas. Si se colocan mal o son muy pesadas, pueden debilitar tus pestañas naturales.
También existen sérums que estimulan el crecimiento. Algunos contienen prostaglandinas (un tipo de compuesto que activa el folículo), pero pueden tener efectos secundarios como enrojecimiento, cambio de color en el iris o hiperpigmentación del párpado. Por eso hay que usarlos con mucha precaución y siempre bajo recomendación médica o farmacéutica.
Hay alternativas más suaves, con ingredientes naturales que sí ayudan al crecimiento sin efectos adversos. Pero no hacen milagros. Las pestañas no se transforman en abanicos de un día para otro. Si algo promete eso, desconfía.
¿Es peligroso depilarse las pestañas?
Muchísimo. Y aunque parezca increíble, hay personas que lo hacen.
La moda de las pestañas invisibles o de depilarse los ojos para usar postizos extremos ha empezado a circular en redes sociales. También hay quien se las arranca porque piensa que luego crecerán más fuertes, como pasa con el vello de las cejas o de las piernas. Error.
Depilar una pestaña significa arrancarla de raíz. Si haces esto una vez, probablemente vuelva a salir. Pero si lo haces de forma repetida o agresiva, puedes dañar el folículo de forma permanente. Es decir: esa pestaña no volverá a crecer nunca.
Además, el tirón puede inflamar la zona, provocar orzuelos o incluso infecciones si no se hace con pinzas esterilizadas. Y te expones a perder la barrera natural que protege al ojo de bacterias, polvo y agresiones externas.
Por mucho que lo hayas visto en TikTok, depilarte las pestañas no es una moda estética, es una práctica muy arriesgada.
¿Maquillarse las debilita?
Depende de cómo lo hagas.
Usar rímel de forma diaria no tiene por qué debilitar las pestañas si lo aplicas y retiras correctamente. El problema está en dejarlo toda la noche, usar fórmulas waterproof muy agresivas sin desmaquillarlas bien, o abusar del rizador de pestañas.
Tampoco ayuda frotar los ojos al desmaquillarte o usar toallitas que arrastran fuerte. Todo esto hace que se caigan más, se partan o pierdan flexibilidad.
La clave está en usar productos suaves, cambiar el rímel cada 3 o 4 meses y desmaquillar con productos específicos para ojos sensibles, sin frotar.
¿El estrés afecta al crecimiento de las pestañas?
Sí. Aunque no se hable tanto, el estrés influye mucho en el estado del pelo, cejas y pestañas. Un periodo de ansiedad prolongado puede frenar el crecimiento, debilitar los folículos o incluso provocar una caída temporal.
A esto se le suma el hábito de tocarse los ojos, frotarse o arrancarse inconscientemente las pestañas (lo que se conoce como tricotilomanía). En situaciones de nerviosismo, algunas personas repiten este gesto de forma compulsiva sin darse cuenta del daño que están haciendo.
Si notas que tus pestañas caen más de lo normal y estás pasando por un momento complicado, es buena idea consultar con un dermatólogo o psicólogo. A veces el cuerpo manda señales que no hay que ignorar.
¿Hay alimentos que ayudan a fortalecerlas?
No hacen crecer las pestañas directamente, pero sí influyen en su salud.
Una dieta rica en vitaminas del grupo B, hierro, biotina, zinc y proteínas ayuda a que el pelo esté más fuerte, tanto el del cuero cabelludo como el de las pestañas. Algunos alimentos clave: huevo, pescado azul, frutos secos, legumbres, aguacate, espinacas y cereales integrales.
Beber suficiente agua y evitar déficits nutricionales también es importante. Si llevas una alimentación muy baja en nutrientes o restrictiva, es probable que se te caigan más.
No necesitas suplementos si comes bien, pero si notas caída persistente, conviene hacerte una analítica para descartar déficits de hierro o vitaminas.
Lo que deberías tener claro
Las pestañas solo necesitan cuidado, paciencia y sentido común. Si algo parece demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea. Y si tienes dudas, mejor pregunta a un profesional antes de experimentar con tu salud.
Tus pestañas están ahí para proteger tus ojos. Mímalas, pero con cabeza.